Anabel Calvo Pozo | Técnica de la Dirección de Prevención
Licenciada en Pedagogía, con formación en gestión ética de las organizaciones y en ecología emocional.
Desde el inicio de mi trayectoria profesional me he dedicado al ámbito de la formación en las organizaciones. En la actualidad desarrollo proyectos de prevención de riesgos de corrupción, integridad institucional y ética pública. Soy también formadora en estos ámbitos.
Lo que más valoro de mi trabajo es la posibilidad de estar en contacto con quienes, desde diferentes lugares o posiciones, están en el día a día de la gestión pública. Representa una oportunidad de aprendizaje continuo que me permite captar la realidad y entender los desafíos del servicio público para orientar mejor mi labor.
La capacidad de reflexión ética y de aprendizaje a través de un diálogo sincero, constructivo y honesto, son clave para responder a las exigencias éticas
Elisenda Escoda Ruanes | Técnica de la Dirección de Prevención
Licenciada en Ciencias Económicas y Empresariales y en Derecho. Postgraduada en Hacienda Autonómica y Local. Experta en Gestión ética de las organizaciones.
Desde hace más de 20 años he estado vinculada a la lucha contra la corrupción y la delincuencia económica, primero, en el ámbito penal y, posteriormente, a las investigaciones y colaboraciones judiciales que realiza la Oficina Antifraude. Actualmente, en la Dirección de Prevención, coordino y participo en proyectos sobre cumplimiento normativo e integridad y sobre ética pública, además, del seguimiento de las actuaciones de investigación.
Vivimos en entornos cambiantes e inciertos que plantean a los servidores públicos nuevos y distintos retos éticos. Las normas jurídicas son lentas al abordar nuevos problemas y tampoco abordan la totalidad de los dilemas que pueden surgir en nuestras ocupaciones profesionales como servidores públicos. La sociedad nos demanda integridad y conductas éticas. Para no defraudar las legítimas expectativas que los ciudadanos tienen en los servidores públicos y en las administraciones públicas, es necesario incluir la reflexión crítico-racional de la ética en nuestros empleos profesionales.
Un comportamiento ético ayuda a crear confianza en los servidores y las instituciones públicas
Jordi Tres Viladomat | Jefe del Área de Formación
Politólogo y especialista en ética pública, prevención de la corrupción y buen gobierno.
He dedicado toda mi vida profesional a la formación para personas adultas. He facilitado sesiones en pequeños grupos, grandes grupos, diseñado formación para ser impartida en presencia y virtualmente online. Me motiva compartir con las instituciones públicas cómo implantar políticas y proyectos de ética e integridad, actividad a la que me he dedicado desde 2009.
El reto consiste en mejorar el clima ético de cada organización. Y en este cometido, todo el mundo puede contribuir, ejerciendo el rol que nos corresponda: de liderazgo, siendo referentes o tomando las decisiones éticamente más reflexionadas en la cotidianidad de la gestión pública
Lara Baena García | Técnica de la Dirección de Prevención
Licenciada en Ciencias Políticas.
Desde 2010 me he ido especializando en sistemas de integridad institucionales y prevención de los riesgos de corrupción. Creo que la infraestructura de integridad de una institución depende, en última instancia, de dos capacidades individuales por un lado, la capacidad de reflexión ética de las personas; por otra, la capacidad de dialogar. La conversación es la herramienta más potente para transformar la cultura ética de una organización si se aborda como un encuentro para intercambiar experiencias, razones e intuiciones entre personas dispuestas a acabar ese diálogo algo transformadas; no para ganar debates o descubrir “verdades”.
DialÈtic ofrece a las personas que trabajamos en el sector público la oportunidad de conversar sobre ética aplicada a situaciones concretas e incorporar miradas externas antes de tomar decisiones en las instituciones donde servimos
Òscar Roca Safont | Director de Prevención
Licenciado en derecho. Trabajando en el sector público desde 1993.
Mis inicios profesionales se vinculan a la administración de justicia, sobre todo en el ámbito penal. También he prestado servicios en la Administración de la Generalitat, siempre en el asesoramiento jurídico y, últimamente, en la Oficina Antifraude de Cataluña, al frente de la unidad de prevención de la corrupción.
Estoy convencido, como servidor público, de que nuestro deber hacia la sociedad va más allá de sujetarnos al estricto cumplimiento de las leyes.
Debemos aprender a utilizar una lente de alcance más amplia que la óptica estándar para mirar la realidad y poder enfocarla con la precisión que nos exige la ética pública