La cuarta fase de un proceso de gestión de riesgos se concreta en un Plan de gestión de los riesgos para la integridad o Plan de integridad. Este plan parte del trabajo realizado en las fases de identificación, análisis y evaluación de los riesgos y establece quién se responsabiliza de cada medida establecida, además de cuándo y cómo se tienen que llevar a cabo o preparar.
Este plan tiene que incluir tanto el Plan de prevención como el Plan de contingencia.
El Plan de prevención incluirá y programará la implantación de aquellas medidas planteadas al final de la fase 3, las cuales permitirán actuar contra cada factor de riesgo y reducir, así, la probabilidad de los riesgos.
El Plan de contingencia, por su parte, recogerá y programará las medidas planteadas para reducir la gravedad de cada uno de los efectos de los riesgos.
El resultado de esta cuarta fase es la implantación de un Plan de integridad de la contratación pública de vuestra institución, formado por el Plan de prevención y el de contingencia.
La planificación de las medidas preventivas (Plan de prevención) y contingentes (Plan de contingencia) es un proceso único, específico y adaptado a la realidad de cada institución en un periodo concreto. El Plan de integridad resultante será, por lo tanto, diferente y específico en cada caso. Es por eso que la Oficina Antifraude no propone ningún modelo estándar, solo las herramientas que encontraréis en la pestaña “Paso a paso”.
En esta planificación deberá llevarse a cabo: la asignación de un responsable para cada medida preventiva y contingente, la previsión de los recursos necesarios para su implementación, la fecha límite de esta implementación, la definición de la periodicidad del seguimiento en cada caso, así como el diseño de las alertas (aviso o señal) para su puesta en marcha, en el caso concreto de las medidas contingentes.
En esta fase podéis utilizar la Tabla 4, que os permitirá:
- especificar las principales áreas de riesgo y riesgos para la integridad
- visualizar los factores y las consecuencias de los riesgos
- valorar las medidas preventivas y contingentes
- concretar las medidas en un plan de integridad
Para llevar a cabo esta cuarta fase de tratamiento de los riesgos seguid los siguientes pasos:
- Recuperad las nuevas medidas preventivas de la tabla 3 y listadlas en la primera columna.
- Asignad una persona responsable para cada medida preventiva que será la encargada de la puesta en marcha y de su seguimiento.
- Haced una previsión de los recursos necesarios para su implementación (humanos, materiales, etc.) y anotadlos en la columna 3.
- Fijad una fecha límite para la implementación de cada medida preventiva.
- Definid la forma y periodicidad del seguimiento de cada medida preventiva, que será el núcleo de la siguiente fase.
Seguid con la evaluación de las medidas contingentes:
- Recuperad las nuevas medidas contingentes de la tabla 3 y listadlas en la primera columna.
- Asignad una persona responsable para cada medida contingente que será la encargada de definirla y de establecer las alertas que indicarán que hay que ponerla en marcha.
- Haced una previsión de los recursos necesarios para su preparación y puesta en marcha, si es necesario, y anotadlos en la columna 3.
- Estableced la fecha límite para disponer de los procesos, protocolos o herramientas necesarios para su puesta en marcha.
- Estableced qué alertas o red flags permitirán identificar las prácticas materializadas lo mejor posible y avisar de la necesidad de poner en marcha las medidas contingentes diseñadas.
Recordad que el resultado de esta cuarta fase es la implantación de un Plan de integridad de la contratación pública de vuestra institución, formado por el Plan de prevención y el de contingencia